Muchas personas buscan emprender para alcanzar la denominada "libertad financiera" y ser su "propio jefe" en algún momento de su vida.
Sin embargo, antes de poner en marcha un nuevo negocio, es importante analizar si el mismo aplicaría a la forma de ser de cada uno.
Antes de iniciar un negocio, tomemos en cuenta que esto significará dedicación y trabajo, dependiendo del rubro al que se quieren dedicar.
Por ejemplo, no es lo mismo iniciar un negocio de servicios de asesoría legal o contable, que un restaurante.
En el primer tipo de emprendimiento el profesional necesitará manejar una estrategia orientada a captar clientes.
En el segundo tipo de negocio, de restaurantes, el proceso será más largo y complejo. No solo se necesitará contar con una excelente dosis de cocina, sino también contar con local, mesas, sillas, servicio para atención al cliente, logística, permisos para el negocio, etc.
¿Cómo saber cual es el tipo de negocio ideal para ti?
Antes de iniciar cualquier negocio, es necesario que te hagas las siguientes preguntas:
Conocimiento sobre el tema
¿Tienes conocimiento sobre el negocio en el cuál te vas a embarcar?. Por más ganas que se tengan al inicio, si no se tiene mucha información sobre que trata, será muy complicado empezar.
Si bien con la práctica se va aprendiendo, cuándo se está buscando crear un negocio, lo recomendable es actuar sobre lo que ya se tiene conocimiento.
Este suele un error bastante común en los emprendedores. Se embarcan en negocios en los cuáles no tienen mucha información y tarde o temprano, terminan fracasando.
En este sentido, lo ideal es buscar que temática tienes conocimiento o algún allegado tuyo con quién desees trabajar. No te embarques en negocios donde no tienes la menor idea del tema.
Tiempo disponible a dedicar al negocio
Debes hacerte algunas preguntas previas, ¿este negocio lo harás en tu tiempo libre?, ¿esperas que sea una fuente principal de ingresos?.
Sea cuál sea el escenario, deberás tener claro que es lo que realmente estás buscando y asumir que habrá un cambio radical en tu forma de vida.
Ningún negocio va a generar ganancias el primer día. Por ello, antes de embarcarte en alguna aventura, toma en cuenta que es un camino que puede tener tropiezos. No vale rendirse tan rápido.
Dependiendo del tiempo y recursos disponibles, se podrá analizar si realmente vale la pena el esfuerzo. Quizás empezar con proyectos más pequeños podría ser lo más recomendable.
Entusiasmo en el proyecto o negocio
Hay que tener entusiasmo al empezar un negocio. Cuando hay motivación se pueden alcanzar muchos más objetivos que si el proyecto fuera de un total desinterés.
Por ello, cuando busques alguna idea de un negocio, piensa si realmente tendrás de voluntad de afrontar cualquier obstáculo que se presente.
Puede que los primeros meses no se vean ingresos, o que no haya la clientela esperada ni la respuesta prevista. En este sentido ¿vale la pena continuar con el proyecto?
Si hay voluntad y se tiene fe en el negocio, es algo fundamental. Hay que ir analizando sobre la marcha, evitando caer también en demasiado idealismo.
Lo ideal es trabajar en base a lo que a uno le guste y logrará grandes objetivos.
Conocer el nicho de mercado
Hay que preguntarse ¿quiénes son los clientes potenciales?, ¿qué se busca para el negocio?, ¿qué se busca atender?, etc
Responder estos cuestionamientos es fundamental si se quiere tener éxito en un negocio.
Hay que saber sobre oferta y demanda, si habrá potenciales compradores, si hay mucha competencia, si el producto será atractivo, etc
De que sirve tener un excelente producto (a tu criterio) si es que solo lo comprarían familiares y amigos ¿tiene sentido?
Debe haber un buen balance entre la calidad y precio del producto, buscando responder la necesidad de nuestro público, resolver un problema y atender una necesidad.
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